La alimentación consciente es aquella que nos hace identificar cómo afecta la comida en nuestra salud y bienestar: físico, emocional, mental y espiritual, así como en la salud de nuestro planeta. Aquello que ingerimos está no sólo compuesto por hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales; sino que además nos proporciona una energía, y esto produce un efecto sobre nosotros.

Recuerdo, cuando comencé a comer de esta manera, la frase que más me decía era “Desde que mi alimentación está basada en la macrobiótica estoy llena de energía”. Lo que comemos es mucho más que un conjunto de moléculas. Por un lado, está la parte de la bioquímica, vitaminas, proteínas; aminoácidos, azúcares, étc… que es la composición del alimento. Por otro lado, está la parte energética, que es un concepto más sutil. Hace cientos de años que no había microscopio, la Medicina Tradicional China explicaba cómo comer para tener salud y vitalidad.

¿Qué es comer conscientemente?

En una alimentación macrobiótica vamos a considerar los siguientes principios fundamentales: 

  • Respetar los ciclos y las estaciones tomando alimentos de temporada.  
  • Elegir productos de cercanía y a ser posible ecológicos.
  • El Principio del Yin y el Yang que rige en el Universo. Por lo cual, todos somos energía y  utilizaremos los alimentos para crear equilibrio.
  • Tomar principalmente cereales integrales y legumbres, que son capaces de generar un nuevo ser vivo, y no aquellos que están muertos o nos restan energía, como quesos, harinas, pan, étc…  

¿Somos lo que comemos?

Teniendo en cuenta que no sólo somos lo que comemos, sino lo que pensamos, sentimos y hacemos, a la hora de llevar a cabo una alimentación consciente, tendríamos que tener presente cómo nos queremos sentir cuando comemos, y en función de ello, elegiremos aquellos alimentos que mejor se adapten a nosotros mismos. Por lo tanto,  primero he de determinar el objetivo, tener más vitalidad, mejorar mi salud; estar centrados o sentirnos emocionalmente equilibrados. A partir de ahí, tomar acción y llevarlo a cabo.  Siempre desde una perspectiva saludable. 

¿Somos lo que comemos?

En una alimentación consciente, consideramos el acto de comer como un acto sagrado. Por lo tanto, nuestro cuerpo es nuestro templo. Es muy importante identificar cuál es mi relación con la comida, que está intrínsecamente unido a qué relación tengo conmigo mismo,  para desde ahí, dirigirnos a hacer un cambio. A través de la alimentación macrobiótica vamos a ir haciendo un camino juntos, para lograr esa transformación, ya que nos ayuda a conocernos mejor, a vivir sin preocupaciones y tener confianza en la vida. Si respetamos a todos los seres vivos y nos  armonizamos con nuestro entorno, seremos intuitivos y actuaremos con coherencia. Todo aquél que experimente este cambio ha de ser consciente por él. Así, que has de experimentarlo. Tener salud, estar en paz, y tener equilibrio depende de ti.